La utilización de adsorbentes de micotoxinas en los alimentos balanceados


La utilización de adsorbentes de micotoxinas en los alimentos balanceados



Autor:
Sr. Ignacio Díaz Puerta Director Comercial Alinat

Un problema extendido
La contaminación fúngica en los alimentos balanceados es uno de los problemas más preocupantes y extendidos en la industria de la nutrición animal. Un problema que ha originado diversas estrategias para su enfrentamiento y solución; pero, que aún hoy después de tantos años sigue planteando dudas y consultas de los técnicos y responsables en las diversas áreas de la nutrición y producción animal.



La contaminación fúngica en realidad no es un problema que se inicie en el alimento ni aún en la materia prima almacenada.
El inicio del ciclo de contaminación por distintos géneros de hongos empieza ya en el campo, en el vegetal en desarrollo y va a continuar en la cosecha, acopio, transporte, elaboración y almacenamiento del alimento balanceado y finalmente en la granja.

En el almacenamiento de granos y en los alimentos balanceados pueden aplicarse antifúngicos para evitar o minimizar el desarrollo de los hongos. Estos productos en general están formulados en base a ácidos orgánicos y sus sales, principalmente ácido propiónico.
Pero estos tratamientos, aunque muy efectivos si se realizan adecuadamente no van a tener ningún efecto sobre las micotoxinas que puedan estar presentes en las materias primas o en el alimento.

¿Qué son las micotoxinas?
Estos compuestos son básicamente metabolitos producidos por distintos géneros de hongos (Penicillum, Aspergillus, Fusarium, etc) que una vez sintetizados por el hongo y estando presentes en el grano o en el alimento no pueden eliminarse.
Los sustratos afectados son el maíz, trigo, sorgo, harina de soya, girasol, gluten meal, etc.

Hay gran cantidad de micotoxinas identificadas, siendo las más difundidas las Aflatoxinas. Existen 6 fracciones de Aflatoxinas: B1, B2, G1, G2, M1 y M2.
La B1 es la que se encuentra más comunmente, además es la de mayor toxicidad.
M1 y M2 son los metabolitos que se eliminan por la leche, implicándose aquí el efecto sobre el ser humano.

Otras micotoxinas de importancia son la Zearalenona (conocida por su efecto negativo en la reproducción porcina debido a su acción estrogénica produciendo abortos y repeticiones de celo), la Ocratoxina, las Citrininas, la Fumonisina y los Tricotecenos, entre otras.

Es importante tener en cuenta que los antifúngicos no destruyen a estos compuestos. Los antifúngicos afectan y anulan el desarrollo de los hongos productores de micotoxinas, pero no destruyen ni afectan a las micotoxinas. Por lo tanto sobre éstas hay que realizar otro tipo de acción.

Es importante saber que la presencia de hongos no significa presencia de micotoxinas. El hongo las va a producir sólo en determinadas circunstancias.

Siempre es normal tener presencia de hongos en los cereales. El grano no es un elemento estéril, al estar expuesto al medio ambiente tiene una población de hongos normal que por ejemplo en el caso de los granos de cereales es de 50.000 esporas por gramo. Se considera contaminación alta, recién cuando supera las 150.000 esporas por gramo. Simplemente quiero citar esto para que se vea que el desafío del hongo siempre está presente y que deben tomarse los recaudos para evitar su desarrollo y multiplicación. No sólo los antifúngicos, sino la conservación en cuanto a temperatura y humedad juegan un papel fundamental y bien conocido.

Las micotoxinas una vez que alcanzan el organismo animal desarrollan una serie de efectos tóxicos que varían según el tipo de toxina y la especie animal afectada. En general el efecto tóxico se inicia con una inmunodepresión, aún a dosis muy bajas que luego es seguida de inmunosupresión y toxicidad en diferentes órganos siendo casi siempre los más afectados hígado y riñón. Algunas toxinas en particular afectan a las mucosas y epitelios, como por ejemplo la toxina T2 que desarrolla úlceras. Muchas también poseen efectos teratogénicos sobre los embriones en desarrollo.
Adsorbentes Minerales
Las micotoxinas son compuestos extremadamente estables y difíciles de destruir y como ya se citó los antifúngicos no tienen ningún tipo de acción sobre ellas una vez que están formadas.

Ya que las toxinas no pueden destruirse fácilmente se han desarrollado productos denominados adsorbentes capaces de “ pegarse” (adsorberse) a las micotoxinas formando complejos que no pueden ser asimilados por el intestino y por lo tanto se van a eliminar en la materia fecal circulando a través de todo el tracto gastrointestinal sin afectar al animal que las ha consumido.

Los adsorbentes clásicos utilizados en los alimentos balanceados son productos minerales. Estos productos minerales se activan al ponerse en contacto con los jugos digestivos. O sea que no tienen acción en el alimento sin consumir.

El más efectivo de estos minerales es el Aluminosilicato Cálcico Sódico también denominado Montmorillonita.
Es importante tener en cuenta que no todos los minerales son iguales de efectivos, encontrándose en el mercado algunos como las bentonitas comunes que no tienen efecto significativo de adsorción.
Un buen Aluminosilicato Cálcico Sódico puede incluirse en la dieta de aves y cerdos en dosis de 2.5 a 3 kg /tonelada con muy buena efectividad contra las Aflatoxinas.

Lo que mucha gente ignora es que siempre cuando se produce el proceso de adsorción, luego hay un proceso de desorción posterior. Quiere decir que la unión entre toxina y mineral no es 100% estable.

Esto es normal para todos los adsorbentes minerales
Tenemos el ejemplo de un excelente aluminosilicato con una adsorción del 92%. Luego de esta adsorción, se produce una desorción que llega al 12%; quedando entonces una eficiencia de adsorción (que es la resta de adsorción menos desorción) de 80%.

En general se habla de un buen adsorbente mineral cuando tiene una eficiencia de adsorción de Aflatoxinas del 80%.
Es conveniente siempre consultar al proveedor del adsorbente sobre que pruebas tiene en cuanto a eficiencia de adsorción sobre las distintas micotoxinas.

Algo que no se debe pasar por alto es la posible contaminación de éstos minerales con metales pesados y dioxinas. Los productos que no llenan estos requisitos de análisis no son aceptados en algunos países como por ejemplo los de la Unión Europea. Siempre se debe consultar al proveedor por estos análisis.

Y también es indispensable tener resultados de campo, además de los de laboratorio sobre el uso del adsorbente mineral. Es altamente recomendable también consultar al proveedor sobre estos datos ya que últimamente en algunos países ha habido una proliferación de adsorbentes minerales que no poseen ningún tipo de sustento técnico y aún así se ven presentes en el mercado.

La mayor acción de los adsorbentes minerales es fundamentalmente sobre las Aflatoxinas pero también hay una acción aunque algo menor contra la T2 y aún menor sobre las demás como Ocratoxina, Zearalenona y Vomitoxina.

Aluminosilicatos enriquecidos con MOS
Debido a que las micotoxinas que son blanco de estos productos adsorbentes minerales son prácticamente las Aflatoxinas es que se han desarrollado productos combinados buscando una mayor acción contra las demás.
Al combinar el Aluminosilicato Cálcico Sódico con Mananoligosacáridos y β Glucanos que son extraídos de paredes de levaduras, se obtiene una acción sinérgica consiguiendo no solamente una mayor acción contra las Aflatoxinas, llegando a una eficiencia de adsorción sobre éstas de 85 %, sino que además un buen producto potenciado puede llegar a eficiencias de adsorción de 75% para T2 y de 60% para Zearalenona. Cuando un Aluminosilicato sin combinar con paredes de levadura sólo llega al 40% de eficiencia de adsorción para Zearalenona.

Las paredes de levadura son capaces de atrapar micotoxinas en la matriz de glucomananos, la cual tiene un efecto bipolar capaz de adsorber micotoxinas con cargas positivas y negativas o con una sola carga.
Por otra parte los β Glucanos poseen propiedades de inmunoestimulación inespecífica y los Mananoligosacáridos son capaces de atrapar bacterias patógenas como Salmonella y E. coli dando efectos beneficiosos adicionales al efecto de anulación de las micotoxinas.

En general las dosis de estos productos combinados suelen ser aún menores que las de los Aluminosilicatos puros. Pero siempre alrededor de los 2 a 2.5 kg por tonelada en aves y cerdos.

Dosificaciones
Por último siempre se debe tener en cuenta la dosis del producto y los componentes que contiene. Hemos recibido consultas sobre productos que contienen demasiados componentes como para poder ser efectivos a las dosis a los que se los recomienda.
Siempre pregunte a su proveedor sobre la acción y la dosificación y solicite que se lo aclaren bien. La magia no existe en biología. Si se subdosifica, aunque haya elementos que puedan ser sinérgicos, al administrarlos a dosis inferiores a su rango de acción, estamos tirando el dinero, perdiendo el tiempo y lo que es peor aún, estamos exponiendo a nuestros animales a patologías con pérdida de desempeño y de ganancias en tiempos en los que nadie puede darse el lujo de que esto ocurra.
La expresión “lo barato sale caro” es bien cierta aquí.
Como siempre decimos, consulte a sus profesionales de confianza para tomar sus decisiones en cuanto a utilización y dosificación. Ellos son los que mejor pueden orientarle.

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